La maternidad es cuerpo, para mí ha sido y es un viaje orgánico a las entrañas de la creación.
He visto transformar mis células en dos seres, la que vive y la que no.
Si algo ha movido más fuertemente mis estructuras internas y externas ha sido la maternidad medicina que he elegido transitar, una maternidad que sigue sanando heridas ancestrales al paso de una voz inocente.
Así es cómo una rosa, con su aroma y belleza, puede curar la ausencia de sensibilidad a lo sublime, construyendo un engranaje perceptivo al servicio del gozo.
En estos doce años de maternidad consciente he pasado de la lucha a la entrega, de la muerte a la vida, de lo feo a lo hermoso. He podido rozar con mis dedos lo divino creativo pero también gritar con furia, llorar desesperada y amargamente y saltar constantemente las barreras de mis energías y mis emociones.
La maternidad de cuerpo te hace estallar el cerebro de oxitocina y adrenalina a la vez, puedes sentir cómo te caes por un precipicio si no ves con exactitud a tu bebé respirar y te derrites en cada una de sus caricias.
Aún me peleo con la madre que quiero ser, aún me comparo con las “buenas madres”, aún me duele el castigo que me infrinjo cuando no soy “adecuada”.
Pero también respiro el orgullo de sus pasos libres, de sus risas a carcajadas y su autonomía empática. Alabo cada día su maravillosa perfección aunque le exija en secreto ser más como las demás para no sostener su frustración futura…
Y me digo, cómo va a salir con una madre como yo?
El universo materno se mueve por vectores psíquicos laberínticos que pueden salvarte y arruinarte la vida a la vez, el universo materno es una diada de desarrollo neurofisiológico que comienza creciendo dentro de tí y no acaba nunca.
Siempre pensé que la maternidad era el camino que se hacía mientras aprendíamos a dejar marchar seres libres, pero para mí la maternidad ha hecho que mi cuerpo tuviera una forma muy determinada.
Un regazo abierto lleno, llenito de disponibilidad, alimento, entrega y amor.
Y mientras este cuerpo acoge todos sus cambios no sólo por gestar sino por los infinitos entresijos de la crianza, aquí mi alma se funde en la plenitud de su misión completada.
Gracias hijas mías por otorgarme esta maternidad medicina.
Feliz día de la madre para mí.
♥
Absolutamente mágico y transformador. Tu descripción, tu relato, tu sentir, tus experiencias, vuestro tránsito, vuestra existencia, vuestro amor… Todo ello transciende. Gracias Rocío.
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Sonia querida, y tanto que hemos compartido… Gracias por tu comentario, por tu amor.
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